Yo no recuerdo mi bautizo porque yo era una bebé.
OK. Esto no es cierto. Yo era una prescolar.
Cuando fui bautizada mi familia había celebrado mi primer año.
Mi mamá dice que ella recuerda a su madre, mi abuela Elizabeth (ella era bautista) molesta porque ella había esperado demasiado para bautizarme. Mami dice: Abuela Elizabeth todavía estaba molesta la mañana de mi bautizo y decía: “Es una vergüenza que la niña camine a su propio bautizo”. Esta es toda la historia que ha llegado a mí a través de las historias de la familia.
Así que llamé a mi mamá para preguntarle sobre mi bautismo.
¿Descubrí que ella había esperado tanto tiempo para bautizarme porque se le había olvidado?
Ella me dijo: “Tú naciste, tu padre y yo hablamos sobre tu bautizo, yo miré un día y tú ya estabas caminando”.
Yo presioné un poco más, porque mi mamá es una mujer precavida, super organizada y muy prudente. Porque toda la historia no parecía que fuera típico de ella.
Mami confesó que había esperado para bautizarme porque estaba intentando decidir dónde quería congregarse. Mis padres estaban teniendo problemas con la pregunta que la mayoría de las familias de diferentes tradiciones de fe tienen: ¿cómo y dónde adorará nuestra nueva familia en formación? ¿Cómo lo haremos?
Abuela Elizabeth era muy tradicional. Ella aconsejaba a mi mamá que fuera a la misma iglesia que su esposo. Sin embargo, mi mamá no estaba muy contenta con dejar atrás su iglesia, sus amigos y la vida que ella conocía para ir a una iglesia diferente.
Aunque las dos iglesias estaban a menos de una milla de distancia, la diferencia en los estilos de adoración parecían como un día de viaje en distancia. Cuando mis padres no tenían hijos, no importaba mucho a qué iglesia ellos iban. Algunas veces rotaban y visitaban la iglesia de cada uno. Cuando yo nací mi mamá dijo que ella tenía la esperanza de que papi decidiera ir a su iglesia y así adorar juntos.
Después de una pausa, ella dijo: “yo tendría que haber sabido que tu papá era demasiado ADHD como para venir a un servicio al estilo bautista. Él necesitaba sentarse, pararse, arrodillarse, caminar a tomar la comunión, típico de un servicio episcopal”. Nosotros nos reímos juntas pensando en la naturaleza incansable de papi. (Algunas veces los domingos, entre la proclamación del Evangelio y la Plegaria Eucarística, él hasta limpiaba y barría el salón parroquial).

Así que yo fui bautizada un domingo en la mañana en el soleado recibidor de la iglesia donde mi papá creció. Fui bautizada usando un vestido blanco que nunca se lavó.
Dieciseis años después, mi mamá hizo oficialmente a St. Ambrose su iglesia cuando fue confirmada un año después de mi hermanito.
Rev. Hershey Mallet Stephens
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