Catecumenado:
(ca-te-cu-me-NA-do) – Cate – ¿QUÉ?
En muchos casos, el bautizar a nuestras hijas y a nuestros hijos responde a la urgencia que nos viene por tradición, a veces por complacer a la abuela y sobre todo, para celebrar entre familia y amistades. Muchas veces se pierde el propósito del bautismo, la iniciación a la nueva vida en Cristo, una vida orientada a Dios y a los propósitos de Dios. Iniciación donde no solo se transforma a la persona bautizada, sino también a la familia y a toda la comunidad reunida que reafirma el Pacto Bautismal. Cada vez que experimentamos este sacramento, nos acercamos más a Dios y a su propósito para nuestra vida.
Por medio de la experiencia del bautismo y la vida en comunidad que le sigue llegamos a un compromiso consciente de reflexionar sobre las sagradas escrituras, sobre nuestras experiencias de adoración comunitaria, la oración diaria, el servicio al prójimo y la labor ministerial. Esto, sin tomar en cuenta edades y habilidades, nos marca como discípulos de la misión de Dios en el mundo.

“Muchos buscamos un Dios demasiado pequeño y demasiado manso… ¿Qué nos dice esto sobre el poder del bautismo? ¿La dinámica maravillosa de Dios Espíritu, nos lleva a preguntarnos con qué tipo de expectativa y anticipación nos preparamos para el bautismo, ya sea el propio o el de alguien a quien amamos? ¿Realmente esperamos ser sacudidos en lo más profundo de nuestro ser? ¿Realmente esperamos cambiar? ¿Estamos dispuestos a descubrir el infierno volcánico que habita en la cotidianidad? Muy a menudo, sospecho que no.” – Marianne Micks, teóloga y profesora
El catecumenado es un proceso que guía y ayuda a las personas en las prácticas y en la vida cristiana, mientras responden al movimiento de Dios en su vida. No es un programa. Es un viaje, a menudo llamado por su nombre antiguo El Camino. El camino de vivir la conversión en Cristo. El camino de entrar a formar parte del Cuerpo de Cristo. El camino de preparación para el bautismo. El camino de discernir la vocación propia dada por Dios, y todo con el apoyo de otros cristianos en comunidad.

“Todos los que han sido bautizados con agua y el Espíritu Santo son llamados a ministrar ‘más allá de las paredes de cualquier edificio de la iglesia’. Son embajadores de Cristo en el mundo. Son agentes del bien”. – – Marianne Micks, teóloga y profesora
El catecumenado es un camino de aprendizaje en la fe en Cristo. Es muy antiguo y a la vez no envejece. Su esquema está resumido en el Éxodo y en el Misterio Pascual del Cristo que muere y resucita. Estas dos narraciones históricas definen la naturaleza de nuestra relación humana con Dios, nuestros viajes del exilio a la adopción, de ser convertidos y al final de entrar en la vida en Cristo. Su práctica es vivida en la dinámica de las congregaciones de fe que siguen el año litúrgico, atentas a los movimientos del Espíritu Santo a través de los textos, la tradición y los momentos de transformación en la vida cotidiana.
El catecumenado tradicional ofrece cuatro etapas distintas hacia la iniciación cristiana, cada una de ellas marcada por un rito público en los que los individuos disciernen que están listos para dar el próximo paso.
Haga clic o pase sobre las gotas para navegar a través de las 4 etapas distintas de la Iniciación Cristiana.
“Todos le hemos fallado al sueño de Dios”, así escribe Verna Dozier, quien se desempeñó como educadora cristiana. “La terrible paciencia de Dios todavía espera”. La formación cristiana tiene que ver con fortalecer los corazones y retar las mentes. Fundamentalmente, la educación cristiana tiene que ver con crear comunidades intencionales de transformación. Este trabajo todavía está por realizarse. Hay mucho trabajo por hacer. .
Para aquellos que ya están bautizados y buscan profundizar en su fe, el proceso del Catecumenado provee una esquema de preparación para la Confirmación, la Reafirmación y la Recepción.

La metodología es sencilla: una reflexión estructurada sobre la experiencia en la adoración, en las Sagradas Escrituras y en el servicio al prójimo a la luz de la historia de salvación que aún continúa. A través de una disciplina de oración diaria, estudio y diálogo, y apoyada por mentores (madrinas o padrinos), las historias de cada persona entretejen la historia de toda la comunidad de fe y destacan la misión de Dios en evolución. Las vidas de los miembros se transforman y las congregaciones crecen de manera plena y profunda.
Para más información sobre prácticas contemporáneas de catecumenado visite el Journey to Baptism Blog. El mismo existe solo en idioma inglés.